"Muere lentamente quién no viaja. Lo contrario es estar vivo." - Pablo Neruda

domingo, 26 de agosto de 2012

CHICAGO.

Todos los comienzos se dan por algo que nos acontece, siendo ese algo, la mayoría de las veces, positivo. Cuando empezamos un diario es porque tenemos la necesidad de contar una experiencia. Pues bien, yo empezaré por el primer viaje que me cambió la vida... No sólo por el hecho de que fue el primer viaje que hice sin mis padres, sino porque, además, trajo cosas muy positivas a mi vida, que ya iré contando en los viajes posteriores... 

CHICAGO. 10 de septiembre de 2010. Una semana antes de comenzar el curso más duro de nuestra vida,  partimos un grupo de amigos y compañeros de clase y yo, hacia el otro lado del charco. Y, exactamente, diecisiete horas después, ya estábamos allí, cumpliendo nuestro sueño americano... ¿Sueño americano? Para mi, el sueño americano no es estar a punto de tener que darme la vuelta en Philadelphia, por un cruce de cables de un policía... Pero, como ya he dicho, conseguimos llegar todos sanos y salvos, creo recordar. 



Qué decir de una ciudad que es mejor conocerla observándola... 


Edificio John Hankock



La Michican Avenue es la avenida más importante de Chicago. Es, digamos, la calle Serrano de Madrid...



Centro financiero.


NOTA: Como ya sabemos todos, las marcas americanas están a precio de ganga en Estados Unidos, pero si queréis un sitio aún más barato, os recomiendo un Outlet que visitamos nosotros. Está en Aurora, una ciudad situada a menos de dos horas de Chicago (allí las distancias son a otra escala...). Puedes encontrar sudaderas GAP por 20 $ (unos 15 € de los de antes de la crisis), zapatillas Converse por el mismo precio, ropa interior de marcas tipo Calvin Klein, súper barata, etc... 



Como buenos estudiantes que éramos, una parada obligatoria era en el instituto de los estudiantes que nos acogían allí. Si alguna vez vais y tenéis la oportunidad de entrar en un instituto, no os arrepentiréis... Por lo menos si os gustan las americanadas como a mí. Era estar dentro de una película: pasillos gigantes, taquillas por todas partes... Algo que me llamó la atención de este instituto, y supongo que habrá en los demás también, es que para acceder al edificio, los alumnos tenían que pasar un control de metales y pasar su mochila por un escáner. Como cuando vas a coger un avión, pues lo mismo... Además, todos tenían que llevar visible su tarjeta de alumno, para demostrar que pertenecían al instituto. De hecho, a nosotros, que no pasábamos allí casi nada de tiempo, también nos la hicieron... Tanta seguridad no creo que sea buena. 




Sí, esto último es el instituto... no el Congreso ni nada por el estilo ;-)


Una actividad muy recomendable si queremos tener otra perspectiva de la ciudad, es realizar un recorrido por el río Chicago. Os sorprenderá la cantidad de puentes que pasan por encima de él, y que conectan un lado y otro del río. 



Por encima de algunos de esos puentes, también pasaba el medio de transporte conocido como "Elevado", ya que suple las funciones de un tranvía, pero circula por unos raíles sobre una estructura a la altura, más o menos, de un quinto piso. Para moverse por allí lo mejor es el metro o el Elevado... Nosotros utilizamos unas tarjetas de transporte que podían ser de tres o siete días. Estaban muy bien de precio y podías utilizar cualquier medio de transporte durante todo el día, durante el número de días que la tarjeta era válida. 

Y, hablando de perspectivas... ¿Qué mejor que ver una ciudad desde el aire? No, no hablo de coger un helicóptero, ya que esa idea se iba a salir del presupuesto de muchos... Os hablo del balcón de cristal (por cada uno de los tres lados) de la Sears Tower. Da igual el poco o mucho vértigo que tengas... Estar allí arriba impresiona hasta a Al Capone...






¿Qué es eso? ¿Es una judía? ¿Es una alubia? No, es el "Cloud Gate". 


La verdad es que el 99 % de los que la vemos o sabemos de su existencia, la llamamos judía/alubia, ya que allí coloquialmente la llaman The Bean. Parece una inutilidad, pero empiezas a hacer fotos y se te pasan las horas... 


Al hablar de esta escultura, ya nos hemos adentrado en Millenium Park. Es un parque de unas diez hectáreas que se encuentra en el centro de Chicago, abrazado por la Avenida Michigan y Columbus Drive, además de otras dos calles. ¿Algo que hacer en este parque? Dar el cante metiéndote en la fuente formada por dos torres con fotografías de ciudadanos de Chicago, que simulan "escupir" un chorro de agua directamente desde la boca de la persona...  




En Millenium Park también se encuentra el Pabellón de conciertos Jay Pritzker, donde nosotros pudimos disfrutar con nuestros estudiantes mexicanos de la celebración del 300 aniversario de la Independencia Mexicana. Un poco curioso, si te paras a pensar que estuvimos celebrando con ellos que se independizaron de nosotros... Se lo montaron bien los mexicanos. Hay que recordar que es la mayor comunidad hispanohablante de EEUU. 

Otra parada obligatoria, si te interesan las ciencias, entretenerte un rato o darles un respiro de turismo puro y duro a los peques del viaje, es visitar el Museo de Ciencia e Industria. Tiene un montón de demostraciones que puedes probar en primera persona, nada de espectáculos para aburrirse... Puedes, desde meterte en una máquina de viento, hasta quedarte a unos metros debajo de un trueno que produces tú mismo dentro de las instalaciones. 


Tornado.



Otra cosa que yo conocí, y nadie más de los que venían conmigo, fue un típico hospital americano. No hay fotos, obviamente, pero supongo que os podréis hacer una idea... 

NOTA: Sólo os digo que la sanidad en EEUU es el mayor robo legalizado del mundo: 250 $ por el recepcionista de urgencias que te toma los datos y la enfermera que te toma la tensión, otros 250 $ por la doctora que te mira la garganta menos de cinco segundos, y otros 45 $ por seis pastillas en la farmacia. Es decir, unos 550 $ por unas anginas... Si vais a EEUU, llevad bien claritos los papeles del seguro, lo digo por experiencia.


La ciudad de Chicago también es conocida como The windy city, es decir, La ciudad del aire. Y tanto... Una de las tardes la pasamos en el puerto, el Navy Pier.  


Una vez allí, puedes tanto recorrer la parte interior, abarrotada de tiendas de souvenirs, o también puedes pasear por todo el puerto, observando la inmensidad del Lago Michigan, que allí es considerado como mar por su gran extensión.




NOTA: Nunca callejeéis por Chicago a las diez de la noche. Y menos si sois mujeres y menores de edad... Ves tantas cosas en las películas, que se pasa un poco mal. Cuando dos tíos de casi metro noventa pasan cada uno por tu lado, te acuerdas, casualmente, de que allí las armas son legales... 



¡Por cierto! Si sois unos caprichosos y unos aficionados a Disney, no debéis perderos la inmensa tienda que hay en Michigan Avenue. 




En definitiva, Chicago de noche, y por donde es debido, es lo mejor que te puede suceder en la vida. 





Marta Schüller



Algunas fotos han sido cedidas por David Hidalgo.